viernes, 11 de septiembre de 2009

De donde Proviene el Kuisi, su incorporación a los Conjuntos de Gaiteros en Colombia..





El Kúisi, Tolo o Gaita Colombiana es un instrumento de viento construido a partir de tubos provenientes de diferentes tipos de cactus como el Cardón (Pachycerus pringlei) o la Pitahaya (Hylocereus undatus) entre otros; se fabrica en pares (Macho-Hembra), posee una especie de ocarina o cabeza fabricada comúnmente de cera de abeja o abejorro combinada en la mayoría de las veces con carbón vegetal en polvo, de esta manera logran que la cera sea mas resistente al calor; su embocadura se hace a partir del cañón de pluma de ave, pato o pavo, se suele usar del extremo del ala o de la cola.

En Colombia se encuentra presente entre las diferentes comunidades de nativos de la Sierra Nevada de Santa Marta, Kogi, Ika, Wiwa, Atánques y el Limón, y en las poblaciones Mestizas y Afrodescendientes que han sabido adaptarla a sus necesidades para hacer melodías que acompañan con percusiones de raíz Africana, destacándose particularmente los “Conjuntos de Gaiteros” de Los Montes de María con agrupaciones de este tipo que servían para amenizar fiestas populares, convirtiendo estos encuentros en una manera de difundir y reafirmar esta nueva cultura en el territorio Colombiano . En una síntesis sobre su origen hecha por Bermúdez Egberto en su publicación Shivaldamán : Música de la Sierra Nevada de Santa Marta, en la que indaga sobre su origen, afirma que:
“Este tipo de flautas, que algunos denominan “Flautas aztecas”, parece haber tenido una amplia dispersión en Centroamérica y el norte de Suramérica, y todavía sobrevive en algunas zonas de esta vasta región tocada individualmente o en pares. Entre los grupos indígenas como los Tule (Cuna) de Colombia y Panamá y los Yukpa (Motilón) de la frontera entre Colombia y Venezuela las usaban, los primeros en pares que denominaban tolo y los segundos también en pares e individualmente…”. Sobre su rol social, en que momento se utilizaba dice: “ …el uso de flautas pareadas, presentes en hallazgos arqueológicos en Arizona ( con embocadura lisa, c.700 DC) y en la iconografía musical de la zona central de México en el siglo XVI (con aeroducto externo). Por otra parte, otra importante tendencia es el uso de una flauta y una maraca por parte del mismo músico, muy difundida en la iconografía musical de figuras de oro y tumbaga de Costa Rica y Panamá entre los siglos XI y XVI” “ . En territorio Colombiano contamos con evidencias arqueológicas prehispánicas de estos instrumentos como la figura de tumbaga que presenta una mujer gaitera, de la zona de los Montes de María (Ovejas, Sucre), y la temprana mención de Bartolomé Briones de Pedraza en su Relación de la villa de Tenerife (Magdalena) de 1.580, en donde entre los grupos indígenas que fueron llamados Malebúes, describe a los “gaiteros que tañen con unas flautas muy largas” y entra en detalle sobre la cabeza de cera, el “cañón de ave que meten en la boca para tañer”, el “calabazo… sonajero que está con unas chinitas dentro” y la función de las dos gaitas que, usando la terminología musical renacentista Briones indica que “uno es el tiple y el otro lleva el tenor”. En 1.647…el dominico Jacinto Carvajal….” .
En una versión de menos longitud, encontramos el Chicote o Gaita Machiembriá, corta o pito cabeza de cera, comúnmente con mas agujeros de digitación dando otras posibilidades melódicas.

El Nombre de Gaita, aunque es foráneo, es el mas usado dentro de los “Conjuntos de Gaiteros”, como hoy en día en el argot de los músicos al conjunto de vientos de una banda le llaman "Pitos", los Españoles llamaban "Gaita" a todo instrumento de viento; popularmente "Gaita" servía también para designar a una persona que forma alboróto, que molesta. La fabricación de las Gaitas Europeas en donde mediante una bolsa que comunmente es de piel de animal, se imprime aire a dos tubos que suenan mediante el sistema de lenguetas muy similares a las flautas de millo, uno con bajo continuo y otro que lleva la melodía, esta similitud de tocarse en pares, hizo también que los Españoles llamaran al par de Kuisis o Charus con el nombre de Gaita. Este trabajo esta enfocado hacia el estudio de la Gaita Larga en el ámbito de estas nuevas agrupaciones surgidas mediante un proceso coersitivo en el que la cultura y saber popular jugaron un papel relevante, el poder de comunicación adaptación y asimilación de nuevos sonidos por parte sobretodo de los nativos indigenas y afrodecenientes; sobre esto Egberto Bermúdez escribe “La música indígena siguió practicándose en los nuevos pueblos (como San Jacinto, San Juan Nepomuceno, San Onofre y Ovejas fundados entre 1774 y 1778) pero cumpliendo funciones diferentes, convirtiéndose en parte esencial de las festividades católicas especialmente en las fiestas mayores del año (Navidad, Semana Santa, Corpus Cristi y las de la Virgen). También dentro de dicha tradición desarrollaron géneros especiales para las fiestas esenciales en la consolidación de sus identidades colectivas locales.” , el hilo conductor fue la cultura indígena que logro subsistir y gracias al poder de adaptación, los nativos y recién llegados asimilaron para sí los sonidos e instrumentos poniéndolos al servicio de sus necesidades culturales, en todo caso, dentro de todo este proceso histórico el papel de la audición y la memoria musical fueron determinantes para la conservación y adaptación de la nueva música surgida, los diferentes eventos y comunidades de practica recrearon y alimentaron su propia cultura. Los “Conjuntos de Gaiteros” tienen la particularidad de estar conformados además por instrumentos de percusión que los nuevos habitantes de origen africano supieron adaptar a partir de materiales similares encontrados en America; sobre el caso Colombiano los aportes africanos son evidentes, el uso de los tambores Alegre, Llamador y últimamente la Tambora, aunque su uso está prácticamente generalizado, los conjuntos tradicionales de la zona de San Onofre no la incluyen sino hasta finales del pasado siglo; este dato se pudo ver corroborado, en los primeros “Festivales Nacionales” de Gaitas del pueblo de Ovejas, Sucre, desde los años 1.985 y hasta 1.993, los Conjuntos “La Fuerza 1”, “La Fuerza 2”, “Los Hermanos Padilla” y “Me voy con el Gusto”, en ningún momento la utilizaron, fue luego de estos años, cuando dejaron de existir estas agrupaciones de campesinos y dieron paso a Jóvenes interpretes de núcleos Urbanos de San Onofre que incorporaron la tambora, sobre este tema, es importante destacar que se hicieron pruebas de incluir este instrumento a las agrupaciones mencionadas, pero siempre fueron rechazadas, según el tambolero Pedro Alcázar Chiquillo, la tambora tapaba los sonidos del tambor, no dejaba escuchar los tonos que este tenía y que "Buen Tambolero no necesita tambora". En estos momento la tambora hace parte del la mayoría de conjunto de Gaiteros. Estos instrumentos pone de manifiesto que detrás de su constructor, está la persona que trae consigo toda una tradición y un pasado cultural, sobre el tema de la aporte africano, Isabel Aretz plantea “Los africanos esclavizados pierden ya durante el viaje su identidad tribal. Después de su mayor o menor aislamiento en las tierras de arribo condiciona la conservación de los rasgos esenciales, y su consecuente mayor o menor adaptación. Esto ultimo ocurre en primer lugar con respecto al idioma que adoptan… Para la alimentación mezclan vegetales amerindios y africanos. Su vivienda es de tipo africano, aunque construida a veces según modelos del nuevo hábitat. La organización social es una resultante de las nuevas circunstancias: pocas mujeres, separación de la familia y del grupo tribal propio. En medio de todo esto, la música con su literatura, las danzas y los instrumentos musicales, van a constituirse en tierra americana en las vivencias más importantes, que con el correr de los años habría de adquirir nueva vida, nuevas formas y nuevas funciones”. “El africano adapta sus músicas y sus danzas a las nuevas circunstancias de la tierra, que termina por ganarlo, produciendo una música afroamericana, con matices diferentes…,encontramos también que el músico de formación europea toma del músico africano elementos melódicos y rítmicos, e instrumentos, y lo propio hace el músico aborigen cuando entra en contacto con grupos afro.”; en este sentido se podría decir que los conjuntos de Gaiteros en Colombia son la resultante musical de este mestizaje, y aunque el instrumento de viento es de la cultura indígena, es en el momento en que la parte Africana hace presencia cuando con un escenario propicio surgió esta música Afrocolombiana, el acompañamiento rítmico dinamizó de alguna manera antiguas melodías, y gracias a los portadores culturales que traían consigo otras formas de interpretar, a través de diferentes escenarios de practica fueron generando nuevos ordenes sonoros que llegan hasta nuestros días gracias a la tradición Oral.

Los antecedentes del instrumento “Gaita Colombiana”, nos remonta a los antiguos pobladores, en la actualidad sigue presente en algunas de esas comunidades nativas, usada en ritos, festejos y ceremonias ancestrales; también la encontramos en los Conjuntos de Gaiteros, con diferentes niveles de mestizaje, de un lado en comunidades mestizas con fuerte raíz indígenas acompañadas por percusiones y ritmos de origen africano, como es el caso de San Jacinto, El Carmen de Bolívar, San Juan Nepomuceno y Ovejas y por otro lado comunidades o asentamientos de afrodescendientes en donde músicos negros interpretan la Gaita acompañada por instrumentos de percusión a los que llaman Mambuco o Caja (Tambor Llamador) y Tambor (Tambor Alegre o Repicador); sobre el surgimiento de este tipo de conjuntos relativamente nuevos, Egberto Bermúdez en su folleto de Gaiteros plantea “El proceso de reorganización de la población indígena de aquella zona, que tubo lugar en el último cuarto del siglo XVIII, y que dependió de las autoridades civiles y eclesiásticas de Cartagena, afectó profundamente los remanentes de su cultura, que para ese momento ya se hallaban en un avanzado proceso de sincretismo con elementos africanos y europeos. Esto se realizó mediante la fundación de nuevos pueblos que agrupaban a la población dispersa de indígenas, negros, mulatos, zambos y aún blancos pobres que para ese momento se habían refugiado en las zonas inundables de los ríos, caños y ciénagas de la región y que vivían por fuera del radio de acción de las autoridades civiles y religiosas”. La forma de interpretar los ritmos base tienen mucha semejanza con los Conjuntos de Gaiteros de las zonas más Indígena pero la forma de abordar las improvisaciones tanto en las melodías y las frases rítmicas o las Abozá (Frases del Tambor) ponen de manifiesto la presencia Africana, esto ocurre en San Onofre, en el Departamento de Sucre y María la Baja e Islas del Rosario en el departamento de Bolívar. El surgimiento de nuevos estilos y formas se fueron consolidando, dando como resultado los nuevos ritmos, que en una estrecha relación con la melodía originaron Los estilos que luego sería los más populares dentro de estas agrupaciones, estos son: La Gaita , el Porro y el Merengue; “El estilo que conocemos hoy se debió consolidar a lo largo del siglo XIX en toda la región, desapareciendo paulatinamente en las ciudades y manteniéndose en forma marginal en los pueblos relativamente aislados en los llamados Montes de María, como San Jacinto, San Onofre, San Juan Nepomuceno y Ovejas entre Otros. Los bailes que en un comienzo se hacían solo con motivo de las fiestas religiosas, se hicieron frecuentes, celebrándose cada fin de semana, de acuerdo a las crónicas y descripciones de mediados del siglo XIX, asociados al consumo de alcohol, las riñas y al ausentismo de los jornaleros” Egberto Alvarez; un ejemplo de estas comunidades aisladas es la de “El Peñón” en el municipio de San Onofre en el departamento de Sucre, una pequeña comunidad donde tenía su chabola el “Tambolero” Pedro Alcázar Chiquillo que hasta Mayo 1993 mantuvo la tradición del tambor Gaitero en esa zona. Místico y orgulloso de su Tambor y de ser "Tambolero", dijo haber aprendido Junto con Encarnación Tovar "El Diablo" y Manuel Zuñiga de un tambolero negro de la Isla de Barú a quien llamaban Tukunda. Alcázar en su época acompaño a Silvestre Julio, Medárdo Padilla, Pablo Berrio, Juan del Toro Castro y Jesús saya, gaiteros mayores de raza negra, y pienso que es el referente más fuerte de tambor de gaita campesino; contundente, alegre y magistral; fué uno de los que mas visite para recogen información en torno a la manera como se hace el acompañamiento rítmico para los nuevos estilos interpretados con la Gaita Colombiana, lastimosamente este tambolero falleció dejándonos el legado del "Ultimo Tambolero Silvestre" de raza negra de la Gaita Colombiana.

Las comunidades afrodescendientes supieron adaptarse al nuevo medio y a la vez apropiarse un instrumento indígena como el Tolo o Gaita Colombiana para hacer su música, o como las comunidades indígenas también se apropiaron de elementos de origen Afro; dando como resultado diferentes tipos de música donde predomina la ejecución de la Gaita Colombiana y los tambores afro, originando a nuevas herramientas y lenguajes que dieron origen a los “Conjunto de Gaitas”, los Nativos portadores del instrumentos de viento y los Africanos portadores de instrumentos de Percusión, en un momento de la historia entran en contacto; Tambores y Gaitas se ve reflejados en su entorno y hoy día en estos Conjuntos Típicos. Frente a esto pienso que las músicas tradicionales, por un lado tienen la posibilidad de darnos la herramienta mediadora que en este caso seria el instrumento musical y por otro anima el medio donde desarrollar el rol social, retroalimentando así múltiples procesos a nivel individual y colectivo.


Hernando Muñoz Sanchez. 2009.

Bibliografía.

Bermúdez Egberto. Folletos: -Los Bajeros de la Montaña. la Acabación del mundo. Música de Gaitas de los montes de María. 2006 -Shivaldamán: Música de la Sierra Nevada de Santa Marta. 2006.

Aretz Isabel. Música y Danza (América Latina Continental, excepto Brasil). Africa en América Latina. UNESCO Siglo XXI Edit. 1.977. pp 238.













Maestro Pedro Alcázar Chiquillo, Tambolero de San Onofre (Sucre)

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Lic en Música U.T.P, Dp. Cultura de Paz U.A.B, Actualmente matriculado en: "Doctorat en Didáctica de la Música" U.A.B. Proyecto: "Desarrollo de un instrumento basado en el Kuisi o Gaita Colombiana y su implementación en una propuesta didáctica", Director grupo Lumbalú de Pereira-Barcelona. www.myspace.com/lumbalu